El fallecimiento de García Naveira causó el fin de las ampliaciones del parque, puesto que él no dejaba de añadir elementos artísticos como estatuas u otro tipo de adornos al parque.

El Parque llegó a cubrir aproximadamente 90 mil metros cuadrados y aunaba arquitectura, cerámica, jardinería y escultura en un solo espacio. El estilo se asemeja al de los jardines románticos ingleses en los que la decoración barroca destaca sobre el resto. El escritor Luis Seoane lo describía como un palacio hecho de recuerdos.

Los materiales empleados en la construcción fueron tanto mármol y cementos, como botellas, la propia vegetación, guijarros e incluso conchas marinas. En el momento de la inauguración, el Parque del Pasatiempo abarcaba cuatro veces más de su espacio actual.

Tan solo los jardines se extendían a lo largo de 80.000 m2, que coincidía con la parte más llana del recinto y, además, era la que más cerca estaba de la ciudad, pues su puerta se encontraba a menos de 500 metros de la plaza del Campo. 

La puerta del parque estaba custodiada por dos grandes leones de mármol. Uno de ellos se encontraba al acecho, mientras que el otro estaba dormido. Actualmente los felinos desarrollan las mismas acciones, pero en el santuario de Covadonga.