Con una voz difícil de olvidar y la sencillez de un trabajo puro y limpio, Valeria ha conquistado ya a más 220 mil oyentes mensuales. 

La canción la compuse hace unos dos años cuando salía mucho en la prensa la ola de inmigración por la guerra de Siria. Me chocó la falta de amor que veía en la gente, en la sociedad, y quise dar un poco de voz a esa cruda realidad. Así podía hacer que la gente reflexionase y proporcionase un poco más de amor del que había en el mundo.

 

La definiría como una canción chiquita, con una visión de la infancia que intenta dar un toque de dulzura. A veces los mensajes llegan mejor cuando se expresan con dulzura y con cariño. Es un mensaje para que la gente reflexione y dé un poco más de amor del que estamos acostumbrados a dar a las personas que vienen en busca de un futuro mejor.

Fue una experiencia preciosa. Al estar en casa una se siente más arropada. Mi primer paso lo doy en mi tierra donde yo he nacido y crecido, para mí ha sido todo un lujo poder hacerlo allí. 

Para componer a nivel de letra y melodía me fijo en lo que hay alrededor. Me gusta escribir, no solo de amor, en lo que caemos mucho los artistas, sino también sobre temas que me rodean: problemas sociales o sobre la gente a la que admiro y quiero. A nivel de referencias musicales me intento nutrir de todo lo que escucho. Intento escuchar mucha música. Tengo debilidad por el género más puro, más folklórico, de artistas como Jorge Drexler, Silvia Pérez Cruz, Guitarricadelafuente, etc. Intento escuchar de todo y nutrirme de todos los géneros, estilos y artistas.

Sería precioso colaborar con esos artistas a los que admiro como Jorge Drexler, Guitarricadelafuente… Pero hay miles de artistas más con los que me encantaría trabajar. Incluso hay muchos que no conozco que luego sería estupendo trabajar con ellos. 

Cuando Alejandro Sanz compartió una de mis versiones yo solo publicaba versiones de canciones en redes de forma natural. Fue un punto de inflexión en el que una persona a la que admiro mucho se fijó en mí. Fue algo muy bonito que me llevo para siempre, sobre todo la ilusión con la que lo viví. Ese primer contacto lo guardo con mucho cariño. A Alejandro le tengo mucho afecto, es uno de los mejores compositores y cantantes que tiene este país. 

Personalmente todavía no lo he conocido. He podido hablar con él por videollamada en un directo de Instagram, pero me encantaría poder conocerle pronto y hacer algo con él. De hecho, en verano del próximo año creo que vuelve a mi isla a hacer un concierto. Ojalá coincidir allí con él

 

Sí, me encantaría poder vivir de la música. Yo empecé desde muy pequeña aprendiendo en una escuela de música de la isla de La Palma y me he ido cultivando en la formación. A día de hoy ya no estoy en la escuela de música, pero sí que intento seguir formándome con amigos y escuchando mucha música. Mi sueño es poder vivir de ello, mi vida es la música. No concibo vivir sin poder cantar, componer y expresarme.

 

Es bastante difícil, no hay mucha relación entre una cosa y otra. Es difícil sobre todo porque hay que dividir la mente, hay dos mundos, uno científico y otro musical. Lo llevo con calma y tengo muchos amigos que me ayudan a compaginarlo. Creo que me encamino más hacia la música porque me llena mucho más, pero sí que me gusta tener una segunda opción. El conocimiento no ocupa lugar y siempre hay espacio para el saber. Intento compaginarlo como puedo y con mucha paciencia, intentando disfrutar los dos caminos, pero siempre con la convicción de querer vivir de la música. 

Llevo cantando versiones mucho tiempo pero mis preferidas son las últimas que he hecho. Forman parte de un proyecto que hice como homenaje a las canciones de los 2000 y de los 90 que formaron parte de mi infancia. De todas ellas tengo más predilección por versiones como Peter Pan de El canto del loco o Algo contigo, la versión de Calamaro, que es una canción más antigua de Latinoamérica. Por ahora no tengo pensado hacer muchas más versiones porque estoy empezando con un proyecto propio. Siempre he disfrutado mucho poniéndole un toque mío a las versiones y estoy abierta a seguir haciéndolas pero ahora estoy más centrada en mis propias composiciones.

Me cuesta un poco definir mi estilo propio, pero lo definiría como puro, dulce y folklórico. En mi tierra, Canarias, destaca el estilo folklórico, como el sonido de la mandolina y la guitarra que suenan en “ay, amor”. Al final, los sonidos que te acompañan desde pequeña se plasman inconscientemente en tu proyecto. Evidentemente se pueden hacer muchas fusiones con el resto de estilos. Ahora mismo vivimos en una época en la que la fusión musical es tendencia y cualquier cosa se puede fusionar con otra, esto enriquece a la cultura. 

 

Estoy componiendo más temas propios. Ahora es más evidente la evolución, los siguientes temas tienen más elementos, estoy abierta a innovar y explorar nuevos sonidos. Es muy bonito el proceso de producción de los temas porque intento implicarme mucho en poner el sonido con el que me siento identificada y lo disfruto muchísimo.

 

Ojalá sea pronto. Tengo unas ganas inmensas de tocar aquí en Madrid porque tengo muchos amigos y conocidos aquí y algunas personas me han escrito preguntándome por ello. Tuve la suerte de tocar este verano en mi isla, La Palma, y me siento muy agradecida porque muchos artistas no han podido hacerlo este verano. Al empezar en el nuevo proyecto me encantaría poder tocar en directo que realmente es cuando más se disfruta la música. Esperemos que mejore pronto, es complicado por la situación que vivimos, pero la cultura es segura.