LAS MEJORES COSAS QUE HACER EN MADRID
En octubre de 1961, hace ya 60 años, Justo Gallego comenzaba las obras de esta catedral en un terreno propiedad de su familia tras haber sido expulsado del monasterio cisterciense de Santa María de la Huerta por estar enfermo de tuberculosis.
Lejos de la imagen mental que podamos tener de una catedral, el pintoresco edificio de Mejorada del Campo sorprende con su aspecto innovador y aún más con su construcción, que está siendo llevada a cabo por solo un hombre: Justo Gallego.
Índice
Toggle
Esta catedral no tiene ni planos, ni un proyecto oficial. De hecho, Gallego no posee una formación académica pues sus estudios de primaria fueron interrumpidos por el estallido de la Guerra Civil. Sin embargo, obviando contadas excepciones, todos los trabajos han sido llevados a cabo por él.
Pese a que todo el mundo conoce esta edificación como catedral, realmente no es un templo, ya que no está consagrado por la diócesis de Alcalá de Henares, que tampoco la reconoce como tal.
La Catedral de Justo, como la conocen los habitantes de Mejorada del Campo, saltó a la fama de manera internacional gracias a una campaña publicitaria de la bebida Aquarius que la incluyó en uno de sus anuncios.
Al otro lado del charco, en Nueva York, el Museo de Arte Moderno, también conocido como MoMA expuso durante 2002 y 2003 fotografías de la catedral de Justo en sus instalaciones.
De manera similar, el famoso diario The New York Times informaba sobre las obras de la catedral que estaba siendo construida por un solo hombre. Desde entonces, diversos medios internacionales se han hecho eco de la proeza de Justo Gallego.
Fallecido en noviembre de 2021, con 96 años, la historia de fe de Justo Gallego se remonta a la edad de 27 años, cuando ingresó en el monasterio soriano de Santa María de Huerta para abandonarlo sin llegar a hacer los votos, cuando contrajo tuberculosis en 1961. Comenzó a construir su catedral en unos terrenos que había heredado de sus padres, sin el respaldo de la Iglesia católica. Justificó su catedral en la fe que poseía en Cristo y se la dedicó a la «Nuestra Señora del Pilar, Madre de Dios»
En abril de 2021 recibió la medalla de Hijo Predilecto de Mejorada del Campo y ya el 9 de noviembre de 2021, a pocos días de fallecer, cedió su catedral a la ONG Mensajeros de la Paz del Padre Ángel.
Con una superficie de 4.740 metros cuadrados y 35 metros de altura, la edificación cuenta con todos los elementos propios de una catedral: una cripta, un claustro, escalinatas, arcadas, pórticos, etc. Los materiales utilizados son donados o reciclados, por lo que es común encontrar elementos de la vida diaria como bidones de plástico rellenos de hormigón para hacer las columnas.
Su planta consta de tres naves y sigue el esquema clásico de las catedrales católicas y cada una de ellas están cubiertas por bóvedas de cañón que, actualmente, están en periodo de construcción y puede apreciarse cuál es el procedimiento que sigue Gallego.
En la zona central de la catedral se encuentra la cúpula sobre pechinas, que es uno de los elementos más sorprendentes de la edificación debido a la complejidad de sus construcción. Junto a esta, imitando el estilo renacentista, se encuentra una amplia variedad de bustos que decoran el área.
Los murales, por su parte, fueron realizados por el pintor Carlos Romano que comenzó en el proyecto a los 19 años, aunque a los 20 años debido a diferencias artísticas con Gallego.
¿ Te animas a visitar este proyecto único?
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
