LAS MEJORES COSAS QUE HACER EN MADRID
E. Z. Directora Planes en Madrid
El Teatro Lara acoge una temporada más «La madre que me parió», uno de los éxitos teatrales indiscutibles de la cartelera madrileña, que acumula más de 500.000 espectadores.
Una obra que, en clave de comedia, realiza una crítica aguda de una sociedad obsesionada con las apariencias, poniendo en tela de juicio los férreos estereotipos que vamos adquiriendo en nuestro entorno. Y es que, aunque esta pieza escrita por Ana Rivas y Helena Morales, cumple lo que promete (risas aseguradas), en ciertos momentos también se percibe a las hijas como títeres de sus madre, viendo como la opinión de estas ha ido marcando sus vidas, hasta convertirlas en las personas que son.
Lo descubriremos en un contexto muy particular: la boda de una de las cuatro amigas, a la que todas acuden acompañadas de sus madres. Durante el convite, la novia se arrepiente del enlace y pide ayuda a sus amigas. En esta situación y con un único escenario (el coqueto baño del hotel en el que se está celebrando la boda), el espectador se convierte en testigo directo de las complejas relaciones entre madres e hijas. Mientras se desvelan secretos, se confirma que, no hay nada que sane más que hacer terapia con las amigas y nada más liberador que mostrarse a las personas tal y como se es en realidad, no como nos imaginan.
La gran Marisol Ayuso, en la piel de Aurora (la madre más beata y tradicional) encabeza un espléndido reparto de actrices que representan magistralmente los diferentes estereotipos de mujeres. Así, Olga Hueso encarna a la madre alocada, que se va de la mano con la bebida y el tabaco, mientras Eva Barceló interpreta a la madre pija, preocupada por no salirse de los estándares.
La verdad es que el argumento es una exposición constante de cotidianidad, y naturalidad. Ana Rivas y Helena Morales han confeccionado un texto divertido, plagado de enredos y situaciones surrealistas, en el que, las madres y su papel protagonista en las vidas de cualquier ser humano era imprescindible.
Todas las hijas son prácticamente clones de su madre o eso parece al inicio de la obra… Así, el papel de la hija clásica y recatada lo encarna Rebeca Plaza, en el de hija perfecta encontramos a Cristina LLorente, fiel a su papel de mujer de negocios y fría emocionalmente, que aparenta tener todo. Para Patricia Delgado han reservado el papel de mujer liberada y divorciada.
Completa el reparto, Pedro París, el único hombre de la función, cuyo personaje está siempre enganchado al teléfono. Sin embargo, según va avanzando la obra descubrimos que ninguna es el estereotipo que representa o mejor dicho, que cada una de nosotros somos un poco nuestras madres, nuestras amigas etc. No podemos hacer spoiler, así que os invitamos a comprobar en vuestra propia piel porque esta obra lleva ocho merecidas temporadas de éxito en Madrid.
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