Planes en Madrid

Palacio de Zurbano

El Palacio de Zurbano fue construido entre 1878 y 1881 para el conde de Muguiro, que encargó un hotel —vivienda unifamiliar rodeada de jardín— a Severiano Sainz de la Lastra. Su denominación se debe a la vía pública a la que da la entrada principal del inmueble, si bien ha tenido diversos nombres a lo largo de la historia en referencia a sus ocupantes: Palacio del Conde de Muguiro y Palacio del Marqués de Casa Riera.

Fue construido por Severiano Sainz de la Lastra —arquitecto, junto con Eduardo Adaro, del edificio del Banco de España— en 1878 para Fermín de Muguiro y Azcárate, I Conde de Muguiro. Los herederos de Ángela Beruete, viuda de Fermín Muguiro, vendieron el inmueble en 1919 por 75000 pesetas a Gonzalo de Mora y Fernández, conde de Mora y marqués de Casa Riera. Entre 1915 y 1920 se realizó una segunda ampliación a cargo de Eladio Laredo, por la que se duplicó su superficie a costa del jardín y se añadió una terraza sostenida por cuatro columnas clásicas a modo de porte-cochère (portón de entrada cubierto). 

 

Entre 1995 y 1996 se llevó a cabo una gran restauración, tras lo cual se instaló el Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo.  Pertenece directamente al Ministerio de Fomento, como reza en la placa a las puertas del inmueble, y es usado para actos de representación y protocolarios. El interior, de corte clásico, destaca por contener una escalera doble que fue construida cuando pasó a manos del marqués de Casa Riera.

 

De corte clásico, concebido más como hotel que como palacio, tiene forma cúbica de esquina.  Cada planta tiene un interior distinto: en la planta baja se encuentra el vestíbulo, la escalera, el comedor y la sala de baile. En las dos plantas superiores se sitúan las habitaciones privadas y aquellas para la servidumbre.

Tras la restauración se recuperaron las pinturas de Arturo Mélida, amigo del conde y gran ilustrador de la época.  No obstante, no se conservan sus cuadros y mobiliario original.

El jardín antes de la reforma de la década de 1920 contaba con una estufa (invernadero) de estructura metálica y cristal.  Tras la primera reforma se redujo considerablemente su extensión y su uso pasó a ser meramente ornamental y de complemento al palacio como edificio oficial. 



Información de visita: 

• Fernando el Santo, 12

• Visitas restringidas actualmente

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