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Teatro Madrid

Comedia sin título

La creadora escénica de vanguardia Marta Pazos, líder de la compañía Voadora, regresa esta nueva temporada al Centro Dramático Nacional (CDN) para dirigir Comedia sin título, de Federico García Lorca, del 12 de noviembre al 26 de diciembre en el Teatro María Guerrero de Madrid. Comedia sin título es un drama social inconcluso, inacabado, del Lorca tan solo dejó por escrito su primer acto: el 18 de agosto de 1936, el poeta fue asesinado.

 

El espectáculo, que cuenta con un elenco de 14 intérpretes en el que nadie supera la treintena, con nombres como los de Camila Viyuela o Georgina Amorós, es una apuesta visual y rupturista, poética e impactante, que aborda la eclosión de lo artístico y rompe la cuarta pared para remover los cimientos de un teatro que ya Lorca consideraba caduco, tal y como el propio autor reflexiona en el primer acto del libreto:  “¿Por qué hemos de ir siempre al teatro para ver lo que pasa y no lo que nos pasa?”. 

En palabras de Marta Pazos: “Comedia sin título es un primer acto, una completa obra incompleta, una antesala de lo inconcluso, una premonición. Este primer acto acontece en un teatro. Margarita Xirgu contaba que el segundo y el tercero transcurrirían en la morgue y en el cielo. Pero la obra nunca pudo ser acabada… Esta puesta en escena imagina estos tres actos en una parábola “palabra / cuerpo / espíritu”. Comedia sin título habla de la revolución, del «no hay marcha atrás». Habla de la pasión por el arte y el amor por la vida. Nos azota en las butacas y nos agita en el escenario. Nos recuerda que somos una misma célula y que no tiene sentido que sigamos las unas sin las otras. Pero, sobre todo, es una puerta para entender que este camino hacia lo nuevo lo tenemos que hacer juntas”. 

 

SOBRE EL ESPECTÁCULO

España, años 30. Federico García Lorca trabaja en una nueva pieza teatral. Al poeta le mueve la obsesión por el reflejo de la vida real sobre el teatro, que considera caduco y autocomplaciente. Las tablas han abandonado la crítica social y no aceptan la vanguardia. Lejos de Nueva York, el artista granadino desea abrazar la modernidad y la innovación. Anhela romper con los convencionalismos de la escena española del momento, dominada por la estética y los valores burgueses. Con La Barraca, con sus textos, Lorca quiere devolver el teatro al público. Al pueblo. 

En palabras del poeta y dramaturgo granadino: “En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo. Hay que dejar el ramo de azucenas y meterse en el fango hasta la cintura para ayudar a los que buscan las azucenas. Particularmente, yo tengo un ansia verdadera por comunicarme con los demás. Por eso llamé a las puertas del teatro y al teatro consagro toda mi sensibilidad”. Para Marta Pazos, “estas palabras de Federico escritas en una entrevista publicada el 10 de junio de 1936 me golpean en este presente convulso. Nunca en este joven siglo el artista fue tan pueblo y el pueblo tan artista. Las fronteras piden a gritos ser diluidas por el encuentro, el abrazo, la comunicación”.

 

Comedia sin título pudo estrenarse por primera vez en 1985, muchos años después del asesinato de Federico García Lorca. En el año 1989, un nuevo montaje del libreto se exhibió en el Teatro María Guerrero bajo la dirección de Lluís Pascual, con Marisa Paredes e Imanol Arias como protagonistas. Ahora, más de 30 años después, se vuelve a representar en este mismo teatro, bajo la batuta de Marta Pazos, que firma también la versión y la dramaturgia junto a José Manuel Mora.

 

La creadora gallega, líder de la compañía Voadora, con la que ya la hemos visto en el CDN con montajes como Sueño de una noche de verano o Siglo mío, bestia mía, y cuyas propuestas se caracterizan por desarrollar un lenguaje propio basado en la hibridación de disciplinas artísticas, convierte el escenario del Teatro María Guerrero en una especie de caja estenopeica inundada de un color flúor –“tan imposible como el teatro irrepresentable de Lorca”- por la que se irá colando la realidad al tiempo que la revolución echa las paredes abajo.

 

En la propuesta de Pazos, según avanzan los actos, el teatro textual va perdiendo presencia para darle una importancia cada vez mayor a la música, la danza, la plástica en escena. Guillermo Weickert, responsable de la coreografía y el movimiento en escena, habla de “buscar en el cuerpo las resonancias del texto y de las imágenes. Completar el trabajo inacabado de Lorca, no desde la escritura sino llevando también al cuerpo la búsqueda de ese nuevo teatro que estaba en su imaginario”. “Hay un deseo de elevar el trabajo físico y corporal al mismo plano que el textual o el interpretativo y una reivindicación de poner en valor la intuición y a la inteligencia colectiva”, añade el coreógrafo.

Comedia sin título es una obra coral donde sus 14 intérpretes -Georgina Amorós, Marc Domingo, Alejandro Jato, Cristina Martínez, María Martínez, Clara Mingueza, Koldo Olabarri, Mabel Olea, Carlos Piera, María Pizarro, Chelís Quinzá, Luna Sánchez, Paula Santos y Camila Viyuela- son menores de treinta años y provienen de diferentes ramas de las artes escénicas, siendo muchos de ellos bailarines y bailarinas. Completan el equipo artístico nombres habituales en los montajes de Marta Pazos, como Hugo Torres (responsable de la música), Nuno Meira (iluminación) o Max Glaenzel (escenografía). Debuta con ella Rosa Tharrats (vestuario), a quien Pazos ha encargado evocar la opulencia del teatro isabelino y deconstruirlo.

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