LAS MEJORES COSAS QUE HACER EN MADRID
Tenía muchas ganas de crear, de hacer un personaje mágico, algo que se saliera de lo habitual. Finalmente me decidí por una aprendiz de bruja, una niña muy libre, sin prejuicios, que no se rige por las modas.
Tenía claro que quería reflejar el espíritu, la libertad y la forma de ver la vida de Pipi Calzaslargas, pero adaptado a una niña de seis años – edad que tiene Mía-, que irá creciendo con los lectores y las lectoras en los siguientes libros.
Si, estoy acabando de escribir el tercer volumen de Mía, “El Fantasma de la Buhardilla”, que dará un poco de “miedito”.
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La verdad es que fue un conjunto de casualidades. Yo trabajaba en un programa de radio los fines de semana “Días de Radio”, donde teníamos una sección para los más pequeños para la que hacíamos guiones de radio teatro con cuentos clásicos. Un día, una editorial se puso en contacto conmigo para proponerme crear un libro con estos cuentos y a partir de ahí siguieron llegando propuestas de más editoriales. Así he seguido más de veinte años escribiendo hasta el día de hoy.
Trabajar con Betowers – ilustradora de los libros de Mía Fantasía – ha sido muy fácil. Nos hemos entendido de maravilla, era la primera vez que trabajaba con ella y no puedo estar más feliz. Es una gran ilustradora, que entendió perfectamente como me imaginaba a Mía y a los demás personajes.
La primera vez que vi la ilustración de Mía me emocioné mucho, era ella sin duda, tal y como yo me la había imaginado. También me encantó como plasmó a los diferentes animales que aparecen en el libro. Además, Betowers me hizo un gran regalo, para Navidades me llegó una nota que solo ponía “Sorpresa” y dentro una felicitación navideña donde se encontraban las primeras ilustraciones del libro, fue una gran alegría porque no me lo esperaba para nada, ya que la fecha de entrega era bastante posterior.
La diferencia es abismal, tanto en el lenguaje, como la trama, ya que, con los adolescentes puedes añadir tramas y subtramas. En mi caso, intento hacer capítulos cortos y que terminen en gancho para incitarles a seguir leyendo, porque tras el colegio y los libros de texto tienen pocas ganas de leer un libro.
Creo que el infantil es muy exigente, no puedes fallar, hay que ir directa al grano porque no hay tiempo para el error. Si un libro les aburre no tienen ningún tipo de diplomacia, lo abandona y no le da segundas oportunidades. Por eso, los escritores de literatura infantil no podemos bajar la guardia, ni la calidad, no hay espacio para un momento de bajón.
Habría que animarlos más desde casa, darles la oportunidad de descubrir la literatura, los libros que entretienen y divierten; y una muy buena forma es crear de la lectura una actividad en familia, en la que los adultos lean libros a los más pequeños, poniendo voces y haciéndoles la lectura más atractiva, o los escuchen cómo leen algún libro que ellos han seleccionado. Enseñarles que la lectura no es una obligación, sino un placer.
Siempre he estado rodeada de libros, mi casa estaba llena de ellos. Tuve la inmensa suerte de que mis padres nunca nos censuraron ningún libro, era yo misma la que decidía mi siguiente lectura. Es verdad, que de pequeña siempre me decantaba por los libros de intriga protagonizados por un grupo de amigos, como Tres investigadores, Los siete secretos, Los Cinco, … y también, me gustaban mucho los cómics.
Esto me ha permitido redescubrir libros y darles diferentes interpretaciones según la etapa en la que lo leía, un ejemplo es Mafalda, que leí con ocho, dieciocho y veintiocho años, y cada vez, era como un libro nuevo porque le daba otro sentido que en las otras ocasiones no le había dado.
Sin duda, mi estudio, allí es donde estoy mejor. Puedo tomar apuntes en cualquier lado, las ideas vienen y se van y hay que aprovecharlas, pero mi sitio preferido es mi estudio, con su tranquilidad y marcando el horario de escritura.
Crear, inventar, imaginar, dejar volar la imaginación, para mi es un placer escribir. Aunque a veces puede ser una tortura cuando te encallas, cuando no sabes por donde continuar escribiendo o algo no funciona.
En mi caso, eso es imposible. Llevo cuarenta años dedicada a la comunicación y al periodismo, y yo siempre he escrito los guiones. Llevo escribiendo desde niña y supongo que lo dejaré cuando mi cerebro no de más de si, pero mientras pueda yo voy a seguir escribiendo.
Que se animen a descubrir el mundo de Mía Fantasía; y la canción de la colección que yo escribí y que interpreta Mónica Vives, una gran cantante de musicales.
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