- DORMIR CON EL PELO MOJADO
En los meses calurosos es más frecuente ceder a la tentación de no secarlo bien antes de irse a la cama. Muy mal hecho. La fricción de la almohada puede provocar roturas –no podemos olvidar que el pelo mojado es más susceptible de partirse- y si además lo haces con gomas, irás directa al infierno. Además, el cuero cabelludo podría inflamarse y el pelo se enreda mucho más.
Sleeping Masks al rescate. Para evitarlo debes esperar a que esté seco, o extender sobre él una mascarilla capilar de acción nutritiva o hidratante con la que puedas dormir toda la noche. Extiéndela siempre que el cabello esté ligeramente húmedo y protege la almohada para que no se manche.
- NO ACLARARLO DESPUÉS DE BAÑARTE EN EL MAR O LA PISCINA
Es lo peor que puedes hacer, y no eres consciente de la cantidad de residuos que quedan en el pelo después de un baño. Cloro y otros químicos en el caso de la piscina, y salitre y arena en el mar. Además de alterar el color, ‘rigidizan’ la fibra capilar que se vuelve más quebradiza y susceptible a la rotura.
Aclárate. Antes de volver a la toalla, pasa por la ducha para aclarar bien la melena. En caso de no disponer de agua dulce, es fundamental que te sumerjas con gorro o extiendas algún producto protector sobre el cabello antes de bañarte y te apresures a aplicar un aceite nutritivo después.
- DESENREDARLO ‘A PELO’
En vacaciones el cabello se enreda mucho más. Los baños, el viento, la sequedad añadida… y cada desenredado implica romper y perder más cabellos de lo previsto.
Peine + acondicionador/aceite. Si estás en la playa, extiende un aceite o leche nutritiva sin aclarado después de cada baño y péinalo con cuidado cuando esté mojado. En casa, deberías cepillarlo con suavidad antes de entrar en la ducha y recurrir después a acondicionadores o mascarillas que suavicen el pelo y ayuden a desenredar sin daños.
- COMPARTIR PRODUCTO
En este caso, la generosidad tiene castigo. Intentar aligerar el equipaje guardando un champú o acondicionador para toda la familia acabará pasando factura ¡a todos!
Especialización, por favor. Es preferible viajar sin ellos y comprarlos una vez hayamos llegado el lugar de destino. Y si antes has pasado por tu salón de peluquería para que te hagan un diagnóstico capilar acertado, mucho mejor, ya que el cabello, y sus necesidades, cambian en verano.
- PASAR LA PLANCHA SOBRE EL PELO HÚMEDO
A parte de secarlo bien previamente, hay que tener cuidado si hay mucha humedad ambiental. Si se pasa la plancha sobre el pelo húmedo, el pelo entra literalmente ‘en ebullición’ –basta aguzar el oído para escucharlo- y se abre la cutícula, dejando como resultado una melena quebradiza y falta de brillo.
En seco y con protector térmico. Asegúrate de que el pelo está perfectamente seco y recurre siempre a protectores térmicos que pueden extenderse en seco o en húmedo para evitar los daños provocados por las altas temperaturas.
- NO UTILIZAR UN FOTOPROTECTOR CAPILAR
¿Sabes cuáles son los efectos de los rayos solares en el pelo? La lista es larga: deshidratación, sequedad, fragilidad, cambios en el color, puntas abiertas, pérdida de brillo… Lo ideal es utilizar gorros de baño y llevar siempre pañuelos o gorras con el pelo recogido, pero hay que reconocer que no favorecen a todo el mundo por igual.
Levanta el escudo. Aceites, geles, sprays… Hay que sacar la artillería pesada y aplicar cada dos o tres horas un protector capilar que haga de escudo y bloquee no solo la radiación UVA y UVB, sino que proteja al pelo del cloro o el yodo y lo nutra intensamente para evitar los estragos del calor, el viento o la arena. Además, estarás protegiendo la cutícula, evitarás la rotura y mantendrás equilibrado el cuero cabelludo. De paso, podrás moldear el cabello con más facilidad y mantener el peinado que desees.
- NO RETIRAR LOS PRODUCTOS DE STYLING
Gominas, espumas, ceras y geles de acabado ‘wet’ son los más utilizados en verano, y también los que, mal retirados, pueden causar más daño al pelo, que se puede solidificar y quebrarse.
Lavado obligado. En el caso de lacas, sprays o espumas ligeras basta con cepillar el pelo, pero los productos artífices del ‘wet look’ exigen aclarado con agua para que el cabello quede completamente libre de residuos y respire.