Por mucho que intentara dejar la música en un segundo, plano siempre ganaba. En este caso, tuve la oportunidad de estudiar en el Berklee Collage of Music de Boston. Asimismo, era una oportunidad de vivir una experiencia en el extranjero e ir a la cuna del jazz. Mi pensamiento era quedarme solo por unos meses, pero se convirtieron en varios años. En toda esa etapa aprovechaba para hacer conciertos, trabajar en la universidad…. todo lo que podía.
Graduada con honores en el Berklee Collage of Music de Boston ¿Qué nos puede destacar de toda esta época de formación?
De esa etapa de formación destacaría muchas cosas. Fue un momento vital, ya que acababa de decidir que quería hacer música. Cuando llegué allí, no sabía donde me metía. Para mi era como el «Disneyland de la música» porque había muchas posibilidades de aprender cosas nuevas y quería hacerlas todas. Por eso, en un primer momento me desbordó. Además, la calidad a todos los niveles es espectacular tanto académica, porque podía contar con la opinión de grandes profesionales y añadir experiencia, como personal, por el trato cercano entre profesores y alumnos. Para mi esos son los puntos más fuertes. Pero es difícil enfocar y valorar con palabras todo lo que viví y aprendí allí en 4 años.
En cambio, como parte negativa a veces te desbordas al ver tantas opciones y talento. Altos y bajos que se unen al vivir fuera de tu país, de tus amigos, familiares…. En cambio, es una experiencia que no cambiaría por nada. Tanto a nivel humano como musical me ha cambiado por completo, no seria quién soy si no hubiera pasado por allí.
Con varios premios a la espalda, presentas tu primer álbum debut, que defines como “mi primer hijo” ¿Cómo fue el proceso creativo?
Ha sido un proceso muy largo desde que decidí hacerlo, hasta que se fue materializando. Cuando lo haces por tu cuenta y es tu primer disco, no sabes que te vas a encontrar. A todo ello se unía el no ser conocida, la cuarentena o pedir dinero en el crowdfunding. Supuso organizar todas las sesiones de grabación por separado y cruzar los dedos para que funcionase y el proyecto fuese evolucionando.
Respecto a «Mi propia Religión» hacía tiempo que quería sacar un disco, presentar mis propias canciones, presentarme yo a través de mis letras… Además, no quería encasillarme en el jazz, sino desarrollar mi repertorio como compositora tocando todos los estilos que me han marcado. Para mí, no tenía sentido hacer un disco simplemente de jazz, aunque es algo que tengo pendiente.
Todos los temas nacen de una manera muy organizada, pero con un proceso de composición diferente porque cada canción lo es. No me planteo hacer ningún otro tipo de música, porque la música es comunicación y para ello hay que ser honesta. En ese sentido, intenté respetar el género para que fuese lo más rico posible.
Un proyecto financiado a través de una campaña de crowdfunding que contó con apoyo desde España, Estados Unidos y Latinoamérica ¿Qué sensación supone contar con apoyo de diferentes países?
Cuando lanzas un tipo de campaña así, esperas que te vaya bien. También sabía que tenía un pequeño público tanto en España como en Estados Unidos porque llevo años haciendo conciertos allí. Pero nunca sabes hasta que punto el público está dispuesto a dar dinero a un disco que no ha escuchado. Realmente solo habían escuchado 2 o 3 temas.
Ahora cuando mando los discos firmados, a toda esa gente que participó, veo direcciones como Nueva Zelanda, Holanda o Australia. Es lo bonito de la globalización, pensar que la música no tiene fronteras.
Con tres composiciones escritas en Estados Unidos, y composiciones inéditas en Barcelona ¿Cómo empezó a gestarse “Mi Religión”?
Fue en paralelo con la campaña de crowdfunding. Hice una búsqueda de algunas campañas previas, cuáles eran las recompensas o cómo les había funcionado, y la adapté a mi manera lo mejor que pude. En cambio, con este tipo de campañas no sabes si van a salir bien hasta un tiempo de lanzamiento.
Aún así, me puse a componer porque había conectado con el disco y tenía muchas ganas de hacerlo. Ese fue el momento de parar y hacer introspección. Además, fue un momento de descubrir la Mar de hoy en día, que no es la misma que se fue hace cuatro años. De algún modo, necesitaba ese autodescubrimiento para intentar plasmar todas mis sensaciones y sentimientos en la música y sus historias.
Un disco debut que defines como “un trabajo muy personal, de introspección, y autodescubrimiento a través de la voz” ¿Qué vamos a ver de Mar Fayos en él?
Yo creo que de la Mar Fayos que se fue queda solo la esencia. Sigo siendo la misma, pero he cambiado en muchas cosas y puntos de vista. Al final son mis historias. Algunas como «Historia de una niña» viene de antes de irme y narra la historia de mi vida. En el disco he intentado ser muy honesta con eso y entender quién soy hoy con todos esos cambios. Hay mucho de ella, ya que sigo siendo la misma persona. Pero, es una fiel reflexión a cómo soy yo ahora, plasmada en la música a través de diferentes estilos y letras.
Para mí, el mejor cumplido que me pueden hacer con este disco es ser muy auténtica a todos los niveles musicales. Mi intención no era llegar a un público amplio, ya que es un género minoritario. Si hubiese querido eso o hacerme rica, no hubiese elegido este género. Era una forma de sentirme orgullosa haciendo algo con lo que me sintiese auténtica, directa y honesta con el público.
Si tuvieses que quedarte con una de las canciones que componen “Mi propia religión” ¿Cuál sería?
A mí me gustan todas las canciones (risas). Pero, es verdad que hay alguna que te llega más o que son más especiales. Mis favoritas desde siempre han sido “Puzzle sin abrir” y «Tú versión perfecta”. «Tu versión perfecta» es el primer tema del disco y comienza con «escúchame». Un bolero que para mi ha sido siempre muy especial. Y, «Puzzle sin abrir» es el hecho humano de perder a alguien de la noche a la mañana, no a nivel de fallecimiento, sino procesar que la gente que deja huella en tu vida, igual que llega se va.
Podría estar horas y horas explicándote la historia. Muchas veces me da la sensación que mis canciones tiene mucha más profundidad y significado del que me pienso. Cuando las vuelvo a escuchar son más profundas y descubro significados de los que no era consciente. Este álbum para bien o mal, lo tiene.
En la situación actual y con disco debut recién salido del horno ¿Cuáles son tus proyectos futuros con “Mi Religión”?
Ahora mismo, al igual que está siendo muy difícil la promoción del álbum, no sabemos cuál será el futuro de los conciertos en vivo. Tengo «algunas cosas apuntadas a lápiz, pero no a boli». Solo tengo un tributo a Ches Baker confirmado en Barcelona, como invitada del proyecto de un amigo. Además, en verano voy a terminar el máster de forma presencial, por lo que volveré una temporada a Estados Unidos.
Por la situación actual estoy dando clase, intentando promocionar el disco e intentando poder presentarlo en gira. Esta última cuestión es en la que estoy más centrada ahora mismo , ya que es donde más cómoda me siento. Supone un momento para poder hablar con la gente después de los conciertos y tener un contacto más directo porque, a pesar de ser un público pequeño, es muy fiel.