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Nomad Museo estrena “El misterio de El Bosco”, la mirada tecnológica al corazón del pintor más enigmático de la historia

Madrid se convierte en la ciudad de El Bosco y ofrece adentrarse en sus cuadros más importantes, que cuelgan en las salas de El Prado, a través de la propuesta inmersiva del Nomad Museo. La exposición, que permite pasear por los miles de detalles de cada obra de El Bosco, se muestra en Madrid por primera vez.
 
 
Desde el catorce de agosto, el Nomad Museo Inmersivo de Madrid, acoge El misterio de El Bosco, la propuesta inmersiva sobre la obra del genial artista flamenco que permite sumergirse en la riqueza simbólica de sus imágenes, pasear por El Jardín de las delicias o atreverse a descifrar los acertijos escondidos en gran parte de sus obras. La exposición coquetea con la innovación creativa empleando Inteligencia Artificial para poner en movimiento el mundo onírico y grotesco del pintor. A lo largo de 35 minutos de proyección, El misterio de El Bosco nos hace un recorrido por las distintas etapas de su vida artística y muestra los detalles más ocultos de sus obras maestras desde un universo totalmente
multisensorial.
 

La exposición

Así, El misterio de El Bosco hace accesibles los cuadros del pintor, que en su día fueron descritos como “una especie de cine renacentista para ricos”.  Es la primera exposición inmersiva del pintor flamenco que viene a reforzar la privilegiada posición que otorga el Museo del Prado a Madrid: “Estrenamos El Misterio de El Bosco en el Nomad Museo de Madrid porque es la ciudad que tiene no sólo la mayor colección de sus obras sino las más importantes. Pensamos que contemplar  los detalles, por ejemplo, de El jardín de las Delicias a gran tamaño y en movimiento es el preámbulo perfecto para detenerse luego a ver el original y reparar en los miles de detalles que, a simple vista, pasarían inadvertidos”, explican desde el Museo.
 
En esta ocasión, el joven compositor alicantino Adrián Berenguer ha compuesto una banda sonora original para la exposición, con un resultado hipnotizante que ayuda al espectador a entrar en un trance sensorial y dejarse llevar por la magia de El Bosco. De lado quedan las apuestas sobre seguro a base de los todopoderosos Mozart o Bach para dar paso a un artista contemporáneo que aporta una banda sonora muy poderosa y  emocionante.
 
El Nomad Museo sigue, de esta manera, con su compromiso de ofrecer en Madrid las propuestas inmersivas más punteras para continuar captando nuevos públicos y ganando adeptos para el arte y las nuevas tecnologías.

Descubriendo a El Bosco

El Bosco es un pintor flamenco del siglo XV, cuyo nombre real era Hieronymus Bosch. Pertenece al llamado Renacimiento nórdico.
 
El estilo artístico de El Bosco se caracteriza por la representación detallada de figuras fantásticas, criaturas mitológicas y escenas alegóricas. En sus obras encontramos paisajes surrealistas y simbólicos que reflejan su fascinación por el pecado, la moralidad y la religión.
 
Se distinguen tres periodos en su pintura:
 
1. Etapa temprana: principalmente obras religiosas, con influencias góticas y detalles minuciosos. Ejemplos destacados de este periodo incluyen «El Juicio Final» y «La Adoración de los Reyes Magos», que es una de las mejor conservadas.
 
2. Etapa intermedia: desarrolló su estilo distintivo y visionario. Sus obras muestran un mundo imaginario lleno de monstruos, demonios y figuras grotescas. Ejemplos notables de esta etapa son «El Jardín de las Delicias», un tríptico que representa la creación del hombre, el
pecado y el infierno, y «El Carro de Heno», que simboliza la vanidad y las tentaciones terrenales.
 
3. Etapa tardía: la representación de escenas moralizantes y alegóricasSus pinturas abordan temas como la muerte, la redención y el juicio final. Ejemplo destacado de esta etapa es la versión cerrada «El Jardín de las Delicias» (versión cerrada), que muestra un mundo desolado y condenado.
 
La pintura de El Bosco se distingue por su habilidad técnica, su imaginación desbordante y su capacidad para transmitir mensajes morales y religiosos a través de sus imágenes simbólicas. Los temas religiosos como el pecado, la tentación, la redención y la mortalidad, invitan al espectador a reflexionar sobre la condición humana y su relación con lo divino.
 
El uso de paisajes surrealistas, escenarios extraños y oníricos refuerzan la sensación de que estamos ingresando a un mundo de fantasía y misterio. Las pinturas de El Bosco cuentan historias complejas y enredadas que se despliegan en múltiples niveles y capas.

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