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Ruta 2: Galapagar, el pueblo qué enamoró a Jacinto Benavente y a Ricardo León

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Ruta 2: Galapagar, el pueblo qué enamoró a Jacinto Benavente y a Ricardo León

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A unos 38 kilómetros de Madrid se encuentra esta localidad de la sierra norte rodeada de jaras y pinos en la que residieron dos grandes escritores: el Premio Nobel Jacinto Benavente y el autor Ricardo León.Los dos encontraron en la localidad el aire puro y la tranquilidad que necesitaban para escribir.

Descripción

El amor de Jacinto Benavente por Galapagar

El escritor Jacinto Benavente escribió varias de sus obras al final de su vida en el jardín de El Torreón, que era su finca en Galapagar. Al escritor le gustaba trabajar contemplando las increíbles vistas de Madrid y de la cercana localidad de Torrelodones. Su finca se situaba en un lugar privilegiado, en lo alto de este tradicional pueblo de la Sierra madrileña. Él consideraba Galapagar como su “fuente de inspiración” y en esta impresionante vivienda se cree que redactó  alrededor de 23 comedias, siendo El marido de bronce la última de ellas.

 

Jacinto Benavente fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1922, convirtiéndose en uno de los pocos escritores españoles que lo recibió . El escritor nació en  Madrid en 1866 y, además de autor teatral, trabajó como director, guionista y productor de cine. Era un escritor muy prolífico y logró escribir 172 obras. También durante su larga vida dedicó su tiempo a la poesía y el periodismo en el que destacaron sus artículos en el periódico El Imparcial.

 

Iglesia Parroquial de la Asunción/ Monumento a Jacinto Benavente

Monumento a Jacinto
Benavente, Galapagar

Nuestra ruta para descubrir las huellas del autor Galapagar puede empezar en la plaza de la Constitución, al lado de la Iglesia Parroquial de la Asunción. Esta es una bella construcción realizada en el siglo XVI de estilo gótico. En esta plaza, centro de reunión, se encuentra el monumento a Jacinto Benavente, que fue realizado en 2016 por Zarateman. Galapagar es un pueblo que conserva ese espíritu rural y austero de las localidades de la sierra norte de Madrid.

 

Teatro Jacinto Benavente

En la calle Guadarrama 66 se encuentra el centro cultural La Pocilla, y también el Teatro Jacinto Benavente, dedicado al recuerdo del escritor. En este espacio se representan diversas obras y se mantiene el amor del escritor por el teatro.

 

Cementerio de Galapagar

Benavente estaba tan enamorado de esta localidad que en su testamento pidió, como última voluntad, ser enterrado allí y amortajado con sayal de monje franciscano, con una rosa y una cruz. El 14 de julio de 1954, el dramaturgo falleció en su casa de la calle Atocha y, dos días después, se ve a cumplido su deseo de descansar a la sombra de la sierra, en el Cementerio viejo de Galapagar (El Chopo). El 16 de julio, el alcalde de Galapagar Lucas Guadaño y el párroco Valentín Navío López recibieron a la comitiva fúnebre que, junto a los vecinos del pueblo y algunos amigos, marcharon desde la iglesia hasta el cementerio de El Chopo donde dieron el último adiós al gran dramaturgo.

 

Una gran cruz de piedra señala el lugar concreto de la tumba de Jacinto Benavente en este cementerio. Durante años se siguió la tradición iniciada por sus amigos y admiradores de reunirse el 16 de julio para leer su obra, alrededor de su tumba, y así  recordar al escritor en el aniversario de su fallecimiento. Una tradición que el Ayuntamiento de Galapagar ha vuelto a recuperar desde 2016 para recordar al insigne autor, reuniendo a sus vecinos y seguidores alrededor de su tumba y en donde leen pasajes de su obra y recuerdan su muerte.

 

El Torreón: la casa de Jacinto Benavente en Galapagar

Galapagar es un pueblo que conserva todavía su aspecto tradicional. Dentro de esta ruta literaria, la siguiente parada es su vivienda. Para llegar a ella hay que callejear desde la antigua casa consistorial hasta tomar el camino de la Fuente de las Colmenas. Allí nos encontraremos con la belleza de la sierra madrileña, entre prados con vacas y caballos, y también algún antiguo colmenar abandonado.

 

Si seguimos el Cordel de Hoyo se llega al increíble edificio de la finca El Torreón, donde el autor teatral escribió obras como La Malquerida y donde pasó mucho tiempo en sus  últimos diez años de vida.

 

A su muerte, la casa pasó a manos familiares, que terminaron vendiéndola hace casi 30 años. En la actualidad, sus inquilinos han decidido usar gran parte de su jardín para eventos, bodas y otro tipo de actos. El imponente palacete tiene cuatro plantas y en su restauración se ha conservado incluso la madera, para respetar su espíritu original.

 

Situada en la parte alta de Galapagar, desde ella se puede contemplar todo Madrid. El Palacete se encuentra en una finca de 100.000 metros cuadrados, de los cuales 7.000 son jardines. En esta finca se dice que paseaba y cazaba Felipe II cuando se dirigía a ver las obras de El Escorial. Un lugar impresionante en el que el premio Nobel logró escribir numerosas obras, y que sorprende por la belleza de los bosques que la rodean.

El otro escritor de Galapagar: Ricardo León

También el escritor Ricardo León eligió Galapagar como lugar de residencia. El autor, perteneciente a la corriente literaria modernista de principios del siglo XX, vivió en Galapagar entre los años 1920 y 1943 los restos de Ricardo León recibieron sepultura en el cementerio del pueblo.

 

León, que en vida tuvo un gran éxito editorial pero que con el paso de los años fue un poco olvidado, se codeaba con autores como Villaespesa, Juan Ramón Jiménez o Gabriel Miró. Entró a formar parte de la Real Academia de la Lengua en 1915, ocupando el sillón B. Es autor de novelas como El amor de los amores, Alcalá de los Zegries, Casta de hidalgos, Humos de rey o Cristo en los infiernos. También escribió las crónicas Europa trágica y dos libros de poesía: Lira de bronce y Alivio de caminantes.

El Torreón, residencia
de Jacinto Benavente
en Galapagar

 

La Quinta de Santa Teresa

En 1921 se casó con María del Carmen Garrido, con la que tuvo ocho hijos y con la que vivió en Galapagar, en La Quinta de Santa Teresa. Una majestuosa casa palaciega de granito, con tejado de pizarra, que recuerda a las construcciones de El Escorial. La finca destaca por tener 10.000 metros cuadrados de jardín de coníferas y  árboles de todo tipo.

 

En la actualidad se ha separado en el interior de la casa la zona dedicada a la vivienda de la de museo que se puede visitar. En esta última se puede contemplar su enorme biblioteca, la capilla y la sala de vitrinas. Los visitantes pueden ver sus muebles, libros, cartas, bronces y otros objetos del escritor. En la sala de vitrinas se guardan las primeras ediciones de sus obras y la correspondencia que mantuvo con otros escritores como Azorín, Emilia Pardo Bazán, José Echegaray o los hermanos Álvarez Quintero.

 

En la Quinta de Santa Teresa se reunieron durante muchos años escritores de la época para hablar de literatura y del mundo en general. Por ejemplo, allí pasó muchas tardes Jacinto Benavente, vecino de la localidad, Camilo José Cela o José  Martínez Ruiz “Azorín”.

 

Cerca de Galapagar, en Torrelodones, fue enterrado otro conocido escritor, José María Gabriel y Galán, en un pequeño camposanto rodeado de encinas, frente al Casino de Madrid.El autor eligió este lugar, cercano a su casa de Las Matas. La obra poética de José  María Gabriel y Galán era conservadora en estructura y temática, bastante alejada del modernismo. A través de su obra, el autor defendió la tradición, el dogma católico, la familia y la vida campesina, y lo hizo con una singular sensibilidad social.

 

En los alrededores de Galapagar, municipios como Hoyo de Manzanaresacogieron también a escritores relevantes. En este pueblo, un veinteañero Camilo José Cela tuvo que permanecer un verano entero ingresado en un sanatorio cuando terminó la Guerra Civil. Un neumotórax obligó al padre de La Colmena a ingresar, en julio de 1942, en la habitación número ocho de un acomodado sanatorio antituberculoso de Hoyo de Manzanares.

 

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Edad

Adultos, Niños

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