El pasado sábado 12 de diciembre disteis un concierto en streaming ¿Cómo ha sido la experiencia de realizar un concierto online? ¿Cuánto tiempo llevabais sin tocar?
Levábamos sin tocar como Sidecars desde septiembre del año pasado, un año más o menos. La experiencia fue un poco marciana. Nos dijeron que había mucha gente viéndonos, pero tienes que imaginártelo. Era un poco como estar en la tele, veías muchas cámaras, pero no veías al público. No obstante, en el momento en el que arrancó el show era una cosa que se nos había olvidado. No estábamos con las mascarillas mientras tocábamos y no nos costó mucho que se nos metiera el bolo en el cuerpo, que era un poco lo que no daba miedo porque no sabíamos que iba a pasar. Durante el concierto hablamos y también contestamos a las preguntas de la gente. Fue un poco diferente, pero la verdad es que fue una experiencia muy guay, el poder volver a estar juntos y tocar de nuevo los temas.
De todas las cosas malas y terribles se puede sacar alguna buena. Esto puede servir para cuando las cosas estén bien otra vez. Hablábamos de la posibilidad de hacer conciertos para Latinoamérica cuando no puedes viajar o cuando no tienes presupuesto como algunos grupos que empiezan. Incluso pensamos que es algo que está muy bien. Teníamos pánico absoluto a que no saliera bien, a que no se colgara o a que pasaran cosas que no nos esperábamos y salió mucho mejor de lo que pensamos.
El 4 de septiembre presentasteis “Ruido de fondo” ¿Cómo ha sido la acogida de vuestro último disco?
Ha sido flipante. Tuvimos muchas dudas a la hora de sacarlo porque muchos compañeros y amigos habían decidido pasar planes al año siguiente y sacar disco un año después. Después de pensarlo mucho decidimos sacarlo y si nos equivocábamos no pasaba nada. Todo apunta a que fue una buena idea, las cifras que nos llegan y el feedback de la gente son significativos de que ha gustado mucho. En un momento en el que hay pocos planes, es bueno para la gente recibir un disco nuevo de una banda que les gusta. Quizá sí que es un buen momento para escuchar música, a pesar de que no se puedan realizar conciertos. El recibimiento de la gente, aunque no lo hayamos testado en un concierto normal a día de hoy, ha sido flipante.
¿Por qué el nombre de “Ruido de fondo”?
En este caso fue una decisión de los tres basándonos en los textos de Juancho. Se refiere al ruido de fondo que todos tenemos en la cabeza. Por mucho silencio que tengamos, siempre hay un mínimo ruido que sigue sonando en nuestras cabezas. A parte, nos dimos cuenta que en varios textos de las canciones aparecía la palabra ´ruido´. En un momento dado, se nos encendió la bombilla, el título tenía que ir por ese camino. Barajamos bastantes pero ningún otro título encajaba así de bien. Le quedaba como un guante al disco.
¿Cómo comenzasteis en el mundo de la música? ¿Cómo se os ocurrió el nombre de Sidecars?
Empezamos de la manera más natural del mundo. Nos conocimos en el instituto, montamos una banda y empezamos a tocar nuestras primeras canciones. Unos se fueron, otros llegaron. Antes éramos cuatro, con Manu, nos pusimos el nombre de Sidecars y empezamos a dar conciertos. A partir de ahí, nos ofrecieron hacer un disco y todo tiró para delante.
El título de Sidecars es un pequeño homenaje a una sala que hay en Barcelona que se llama la sala Sidecar. Es un garito muy mítico de conciertos donde hemos tenido la suerte de estar en alguna ocasión. Se encendió la bombillita y se quedó Sidecars. Nunca nos planteamos si era muy bueno o muy malo. Fue uno de los primeros conciertos que hicimos fuera de Madrid. Veníamos de otras bandas con otros nombres más cutres y más adolescentes que nos representaban menos. Ahora creemos que es un buen nombre porque ya nos identifica.
Vuestro primer álbum se publicó en 2008 ¿Cómo ha evolucionado vuestra música desde que comenzasteis hasta ahora?
Ha evolucionado al igual que nosotros. Cuando teníamos dieciocho años y estábamos escribiendo o grabando las canciones del primer disco éramos unos chavales, queríamos ser los Ramones o los Rolling Stones. Queríamos canciones muy rápidas. Las cosas que nos preocupaban entonces y queríamos contar en los textos eran muy distintas a las que nos preocupan hoy. Iba más acorde a la edad que teníamos.
A medida que han ido pasando los años, nuestros ideales, nuestra manera de pensar y preocupaciones se han ido templando y yendo hacia otros caminos. Eso se ha ido viendo en las letras. A nivel musical, simplemente hemos tratado de vestir siempre los textos con la música más adecuada. Al cambiar los textos ha ido refinándose la instrumentación de las canciones.
Es como aprender un lenguaje. Cuando empezamos éramos unos adolescentes. No es la misma la música que escuchábamos antes a la de ahora, pero sí que hay cosas que seguimos escuchando y nos siguen gustando. Al final, lo importante es tener criterio para escuchar mucha variedad de música.
¿Con qué artista o gustaría hacer una próxima colaboración?
Nos gustaría hacer una colaboración con Quique González. Hemos cantado muchas veces off the record, en garitos y por la noche, pero no hemos hecho un disco o algo oficial. No hemos editado nada juntos y es quizá una espinita que tenemos. Es un buen amigo y esperamos hacerlo pronto.
¿Qué es lo qué más os gusta de vuestra profesión?
Trabajar en algo que es tu hobby es como no trabajar. Si que es un trabajo muy duro, requiere muchas horas, viajes y mucho esfuerzo. No es solo llegar, sentarte y tocar, requiere muchas cosas. Pero lo estás haciendo por algo que amas. Tenemos esa suerte. Ojalá todo el mundo pudiera decir eso de su trabajo.
Es un oficio en el que haces una cosa en el salón de tu casa un día para ti y pasan los meses, lo grabas y un día te vas a un teatro, sala o festival y mucha gente canta eso que has hecho en tu casa tú solo. Es algo tan raro y se crea una conexión tan rara entre la gente y lo que tú has hecho… No sé cuántos oficios tienen la suerte de vivir esta super paranoia positiva. En el momento en el que puedes vivir de ello es un privilegio.
Si tuvierais que elegir una ¿A qué canción de las que habéis compuesto tenéis más cariño?
Es muy complicado, puede que cada uno tengamos una. Si que tenemos dos o tres de nuestra carrera que nos sirvieron un poco de llave para subir un escaloncito, entrar a un sitio nuevo y crecer. Supongo que esas canciones como pueden ser La Tormenta, Amasijo de huesos o Fan de ti son canciones a las que debemos mucho. Siempre las guardas en un lugar diferente porque es como si les debieras algo.
Hay canciones que también recordamos con mucho cariño de la gira anterior como Olvídame. Había momentos muy buenos, ya no solo entre nosotros, sino con el público. Al final, depende un poco de cada disco y en cada gira va cambiando.
En cuanto a la gira del disco, ya se han agotado las entradas para los dos conciertos de Madrid. ¿Cómo os sentís después de este éxito? ¿Esta gira tiene un significado especial para vosotros?
Es increíble. En los tiempos que corren y con la incertidumbre que se mastica en el aire no estábamos tan seguros de que la venta fuese a ser tan ágil o que la gente estuviera tan dispuesta a empezar la gira con nosotros tan rápido. Y parece que sí, hay muchas ganas, lo cual quiere decir que es la mejor de las señales. Vamos a poder seguir haciendo conciertos de «Ruido de fondo» hasta que esta situación mejore, se disipe del todo y podamos volver a la normalidad antigua o a hacer conciertos como hacíamos antes. Ese es el mejor sentimiento.
Por otro lado, es un logro el seguir pudiendo cosechar éxitos de poco a poco como ha pasado siempre y seguir subiendo un escaloncito en el palmarés de éxitos. Se han agotado las entradas de las dos fechas en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, que probablemente sean tres porque ya quedan las últimas entradas de esa nueva fecha. A lo mejor hasta sacamos una cuarta. Ojalá las otras ciudades sigan la misma deriva y antes de que llegue Navidad haya algún sold out. Vamos como siempre, con pies de plomo y pasito a pasito. Más contentos no podemos estar.
Es una grandísima noticia sentir que la gente tiene hambre de cultura, de conciertos y espectáculos. Parece que estamos todos con miedo metidos en casa, de manera responsable, obviamente. Pero la cultura nos ha ayudado mucho a todos cuando estábamos encerrados en el confinamiento y da gusto ver que no estamos tan locos de sacar unas cuantas fechas a la venta porque parece que la gente quiere estar con nosotros. Desde luego, es lo que necesitábamos nosotros. Nunca habíamos estado tanto tiempo sin salir de gira y se nos ha hecho un poco largo.
Queremos creer que la sensación que tuvimos el otro día durante el streaming de que durante un rato no había pandemia es lo que va sentir la gente cuando vaya a un show. Si disfrutan en el concierto es una lucecita que se llevan en un año tan duro y una época tan difícil como la que estamos viviendo.
¿Estáis trabajando en algún nuevo proyecto?
El siguiente disco siempre está en la cabeza. Desde que terminas de grabar en el estudio, enseguida empiezas a escribir nuevas canciones. Cuando escribes la primera canción después de grabar ya tienes en la cabeza hacia donde puede ir o las dudas que surgen. Ahora queremos ver hasta dónde nos lleva el nuevo disco, ver si tenemos la suerte de que en el ciclo de vida de «Ruido de fondo” podamos vivir un principio de gira pandémica y un final de gira más normal, y así retomar la gira que teníamos pensada realmente para este disco.
Dentro de unos años recordaremos este año como el año que arrancamos una gira en mitad de una pandemia y esperamos recordarlo como algo que quedó mucho tiempo atrás.
Cuando no salen las canciones nuevas, que también pasa a veces, piensas automáticamente que no va a salir nunca más, porque somos así de tarados los que escribimos canciones. No se sabe exactamente cómo se hace y no es una cosa mecánica. Ocurre algo que está entre trabajo y algo medio místico. Algo que es difícil de explicar. En el momento en el que tienes algo de material para lo siguiente te sientes a salvo y con los pies en la tierra porque piensas que todo va a salir como tiene que salir.
¿Qué es lo primero que haréis cuando se acabe la Covid-19?
Esperamos que un concierto grande sin mascarillas, sin aforo, con cubatas, besos y con todo eso. Eso es lo que a día de hoy necesitamos, la celebración. También abrazar a los familiares que llevamos mucho tiempo sin ver, dar un achuchón a las personas que queremos, pensando además en las navidades tan raras que vienen.