Viajar a Disneyland París es un sueño para grandes y pequeños, peor, a veces, como nos pasó a nosotros surgen cosas imprevistas que se escapan a nuestro control.
Si necesitamos atención médica mientras nos encontramos dentro del parque Disneyland París, lo mejor que se puede hacer es acudir a los puntos de primeros auxilios que están repartidos por el circuito. Éstos, denominados en inglés (First Aid) se hallan en MainStreet, en el parque Disneyland, junto a la plaza central, y detrás del Studio Services, en el parque Walt Disney Studios. Están preparados para atender una emergencia puntual como una caída, un desmayo, algún golpe o alergia. Además, si te ocurre una emergencia basta con acudir a un empleado del parque (cast members), que te ayudará en todo momento.
En el parque realizan una primera atención médica y después , si lo creen necesario, te trasladan al hospital, o te recomiendan ir al hotel y llamar a un médico. Tal y como lo habéis oído, recibir atención médica es tan fácil como acudir o llamar a la recepción de tu hotel (solo en hoteles Disney) y que te envíen un médico a tu habitación.
Eso sí, para que no haya ninguna duda en lo que a asistencia se refiere, es conveniente que llevemos a mano nuestra tarjeta sanitaria europea.
En nuestro caso, en la última noche que pasamos en el Valle de Loira, nuestra peque empezó con fiebre alta y problemas respiratorios. Como debíamos abandonar la casa en la que nos alojábamos antes de las 11.00hrs, decidimos irnos un poco antes para llegar a nuestro destino, Disneyland Paris y buscar allí atención médica. Una vez allí, tuvimos que acudir al médico en dos ocasiones. La primera ocasión nos asistió un médico privado, gracias a Susana, una amiga de la familia, a la que estaré siempre eternamente agradecida por acompañarnos y conseguir un hueco en la agenda de la doctora según llegamos del Loira. En Francia los doctores que trabajan en centros privados no te atienden a no ser que seas paciente suyo de forma habitual. Al ser un centro privado tuvimos que pagar la consulta y pedir la factura junto a un informe, para poder reclamar ese importe después a nuestro seguro en España, que ya nos lo ha reembolsado sin problema.
En la segunda ocasión tuvimos que acudir directamente a las urgencias de un hospital público porque la niña estaba desaturando debido a los problemas respiratorios. La experiencia fue buenísima, en menos de 10 minutos la estaba viendo un pediatra. La peque tenía bronquitis. Le mandaron broncodilatadores y estilsona y nos dejaron ir sin ni siquiera rellenar un papel. Sí que nos pidieron la tarjeta sanitaria europea para comprobar que estábamos cubiertos, pero como decidieron no hospitalizar a la niña porque era nuestro última día de estancia, nos ahorraron todos los papeleos para que no tuviéramos que presentar nada en España. Los franceses nos dieron una gran lección de humanidad. Ojalá en todos los hospitales se trate así a los pacientes y ojalá que si os toca acudir allí al médico, os traten tan bien como a nosotros.