Luis Rosales y Cercedilla
El escritor Luis Rosales era uno de los grandes enamorados de la Sierra de Guadarrama, ya que veraneó en Cercedilla desde el año 1961. Luis Rosales nació en Granada y a los 22 años se trasladó a Madrid para finalizar sus estudios de Filología. El escritor perteneció a la llamada generación del 36 y obtuvo numerosos reconocimientos durante su vida como formar parte desde 1962 de la Real Academia Española o ser galardonado por su obra con el Premio Cervantes en 1982.
El escritor aprovechaba sus largos veranos en la localidad para escribir poesía, trabajar un poco en el jardín, cuidar de sus frutales, y también para relacionarse y conversar con la gente del pueblo. El poeta quiso adquirió una vivienda en el municipio, pues este era uno de sus grandes sueños. De hecho, contó a su círculo más cercano que, cuando murió el escritor Leopoldo Panero -uno de sus grandes amigos-, pensó que le podía pasar lo mismo en cualquier momento, y que no quería morir sin cumplir su sueño recurrente: tener una casa en el campo.
La vivienda del escritor, que se encontraba cerca del Camino Viejo de El Escorial, ha sido restaurada y acondicionada, por lo que en el interior s lo encontramos un pequeño rincón que evoca la casa que fue y al escritor que se refugiaba allí para escribir y meditar.
En el interior de la casa, podemos leer los siguientes versos:
Hemos comprado
una casa pequeña -ya no somos
tan pobres-. En el campo,
y he vivido en Cercedilla
mi última juventud.
Rimas. Carta en dos actos que, como tantas otras tantas cartas, no he puesto en el correo. Luis Rosales.
El paisaje que se podía contemplar desde su casa de campo en Cercedilla era de una gran belleza, aunque hoy se encuentra acompañada por viviendas de nueva construcción que no estaban en el momento en que Rosales la compró. Era un lugar perfecto para escribir, si lo que se necesitaba era paz y sosiego. El propio poeta confesó en varias entrevistas que no podía escribir si no estaba totalmente aislado, porque necesitaba plena concentración.
Esa tranquilidad la encontró en Cercedilla, y por eso algunos de sus libros tienen la fecha de agosto, ya que los terminaba durante las estancias en su casa de verano. Su poema Testamento (1) está dedicado a esta localidad:
Las noches de Cercedilla
las llevo en mi soledad,
y son ya la última linde que yo quisiera mirar.
Quisiera morir un día
mirando este cielo, y dar
un cuerpo a esta tierra que
me ha dado la libertad.
Dedicatoria, a mi hijo. Geografía es amor. José García Nieto
Se cuenta en la localidad que el poeta trabajaba desde las once hasta las siete, sin parar siquiera para comer, y que durante esas horas no se le podía molestar. Su mujer era la encargada de procurar que nadie le interrumpiese. Sus amigos relatan que , antes de las ocho de la tarde, el escritor no estaba para nadie.
Su presencia en Cercedilla fue una de las razones por las que se le dedicó uno de los miradores de la Senda de los Poetas, donde se pueden leer estos preciosos versos:
Las noches de Cercedilla
las llevo en mi soledad
y son la última linde
que yo quisiera mirar
Testamento Luis Rosales.
A Luis Rosales le encantaba pasear por los lugares emblemáticos de Cercedilla, como la torre del reloj del Centro de Mayores, la Iglesia de San Sebastián, la Plaza Mayor o el paso a nivel del Frontón. El poeta falleció a los 82 años y recibió sepultura en el cementerio del pueblo, protegido para siempre por sus queridas montañas.
Centro cultural Luis Rosales
A la memoria del poeta se dedicó el Centro Cultural que se encuentra en la calle del Arroyo inaugurado en 1998.
Los visitantes interesados en su figura pueden disfrutar allí de una exposición permanente en la que tienen la posibilidad de contemplar numerosos objetos personales del poeta y recordar su obra.
El mirador de los poetas
En Cercedilla se creó el original espacio natural conocido como “El Mirador de los poetas”. Este curioso lugar nació de la iniciativa de la Fundación Cultural de Cercedilla.
En la actualidad existen numerosas rutas por las que se puede acceder al Mirador de los Poetas. La mayor a son para senderistas pero también hay algunas perfectas para familias como la que la que pasa por la ‘Ducha de los alemanes’ y que parte del aparcamiento de la fuente de Majavilón. A este lugar se puede acceder por carretera en coche o en autobús y en tren y suele suponer unas cuatro horas de duración. Desde el Mirador de los Poetas se puede disfrutar del paisaje de la Sierra del Guadarrama y de unas vistas increíbles del Valle de la Fuenfría, desde Cercedilla a Siete Picos, de la Maliciosa o el monte Abantos.
El objetivo de estos miradores era llamar la atención a sus visitantes sobre la necesidad de proteger, cuidar y valorar la Sierra de Guadarrama. En sus rocas se pueden leer poemas de escritores como Luis Rosales, Vicente Aleixandre, Gabriel García Tassara o Luis García Nieto del que podemos leer este verso:
Afila Siete Picos en la sombra
su aguda dentellada.
Testamento Luis Rosales
Un momento importante para el Mirador de los poetas tuvo lugar en 1984 cuando un grupo de personas emprendió la ruta desde el conocido como Aurrulaque a la pradera de Navarrulaque. En este lugar leyeron el llamado ‘Manifiesto en defensa de la Sierra de Guadarrama’. A este mirador se le bautizó con el nombre de Vicente Aleixandre ya que el escritor había fallecido ese mismo año. El mirador está formado por una plataforma metálica situada sobre un bloque de rocas y sobre una de ella se puede leer uno de los poemas de Vicente Aleixandre:
Sobre está cima solitaria os miro
campos que nunca volveréis por mis ojos.
Piedra de sol inmensa, eterno mundo
y el ruiseñor tan débil que en su borde
lo hechiza.
Vicente Alexaindre
Más tarde se fueron dedicando otros a escritores como Machado, García Nieto o Leopoldo Panero. El sendero conduce al Reloj Solar de Camilo José Cela, en la pradera de Navarrulaque, como homenaje al autor de Cuadernos de Guadarrama.