Aranjuez y José Luis Sampedro
El escritor José Luis Sampedro nació en Barcelona en 1917 y llegó a Aranjuez en plena adolescencia. Su padre, que era médico militar, fue destinado a trabajar en un colegio de huérfanas de la ciudad. Desde ese momento el escritor vivió en la localidad, se enamoró de cada uno de sus rincones y él mismo reconoció que si bien nació físicamente en Barcelona, en Aranjuez nació como escritor.
Yo gocé el inmenso privilegio de que mi vida, en la decisiva edad de la adolescencia, transcurriera en el Real Sitio. Mi paraíso terrenal está situado en esas riberas del Tajo.
Real Sitio (7). José Luis Sampedro
Una ciudad Patrimonio de la Humanidad que aparece en muchas de sus obras, como Octubre, octubre, El río que nos lleva o Real Sitio. En Escribir es vivir, una de sus últimas obras, recuerda el impacto que supuso en su vida este población manchego ,con su palacio y sus jardines, que “dejaron un gran peso simbólico en mis novelas”.
Para conocer los lugares que le gustaban a José Luis Sampedro se puede hacer una sencilla ruta literaria que comenzar a en la calle de la Reina. Desde 2018, la editorial Doce Calles, la Asociación de Amigos de José Luis Sampedro y el Foro Cívico de Aranjuez realizan este tipo de recorridos para descubrir al público los lugares emblemáticos de la localidad.
Jardín del Príncipe
La calle de la Reina se encuentra frente a la verja del Jardín del Príncipe y del lugar donde estaba situada la casa familiar de José Luis Sampedro. El escritor vivió allí de los 13 a los 18 años, momento en el que se marchó a estudiar a Madrid. Cerca de este lugar se encuentra el Palacio de Godoy y también el Palacio de los Duques de Osuna, conocido por haber servido de alojamiento del famoso Farinelli.
Al escritor le encantaba pasear por El Jardín del Príncipe que, antaño, era un espacio utilizado solo por la corte, ya que los ciudadanos de Aranjuez no podían pasear por allí. Está rodeado por el río Tajo y en él se pueden observar numerosos árboles y plantas curiosas procedentes de todo el mundo. Este espacio natural aparece en algunas de sus obras, en las que habla de lugares tan hermosos de la localidad como su famoso estanque, el Pabellón Real, la fuente de Narciso, el quiosco de los chinescos, la fuente de Apolo, el estanque -con sus templetes clásico y chinesco-, el embarcadero de Fernando VI o la Huerta de la Primavera.
Este es un paseo que recorrió el escritor en numerosas ocasiones, solo o en compañía. Allí le gustaba disfrutar de la belleza de este Jardín del Príncipe o del Museo de las Falúas Reales.